Llegaste a mi vida, sin más. Eras solamente un conocido. Pero un día, ese día, el menos esperado te ví, pude observar con mis propios ojos como me mirabas y te dije “hola” con la mano ya que, a causa de la distancia y del momento no te pude hacer un buén saludo. Y ahora míranos, eres mi amigo del alma, mi otra mitad, la persona que me entiende de verdad. Eres para mí un mundo ya conocido, un mundo que me encanta. Eres ese hermano que siempre quise tener, ese peluche que quise comprar, ese muñeco que jamás me faltará, eres tú la persona a la que un día prometí sonreírle a todo, a los problemas, a las malas rachas a todo, siempre ser feliz, solo cumpliré esa promesa si tú te encuentras a mi lado.
(: Te quiero Javier.